Esta es la imagen que el día 14 de Marzo de 2021 me valió mi primera nominación al Goya.
Quiero contaros, de mis teclas, lo que significa para mi estar nominada con tantísimos grandes compañeros a este sueño de premio.
Recibí la llamada entre nerviosa e incrédula, estaba con unas amigas y mi cara se quedó pálida por momentos, pasado el shock inicial las felicitaciones no han dejado de llegar. Y no es para menos, para mi, esto ya es un gran logro, mi victoria es la nominación.
Además es especial porque quise expresar la dualidad del confinamiento con la ayuda de mi pequeño valiente, mi hijo Ender (que da nombre a mi estudio de fotografía infantil, si ;P) y tener este reconocimiento con algo que hemos creado juntos, es algo maravilloso.
Estos premios, que se entregan de forma bianual, son muy concurridos y se presentan en cada edición cerca de 400 obras, y la mía ha sido una de las 10 elegidas en la categoría de Retrato. Los organiza la asociación de fotógrafos profesionales de aragón y tienen un gran reconocimiento entre los compañeros. Entre las muchas cosas que nos ha robado el COVID este año, está el poder asistir a la Gala de entrega de premios, que tendrá lugar el día 27 de Marzo en Zaragoza (sin público, ni asistencia de nominados)
No quiero desaprovechar esta oportunidad, para agradecer infinitamente a mis clientes el apoyo y el cariño que me brindan, sin ellos nada de esto sería posible. Son quienes mantienen vivas las mariposas de mi cabeza y quiero darles las gracias. Tanto a mis clientes fieles del estudio de Paiporta (Valencia) como a los nuevos clientes que este 2020 me ha traído en el estudio de Motilla del Palancar (Cuenca) y a los que estoy eternamente agradecida por su confianza ciega.
Y dejadme un poco de hipe familiar, sin mi gran familia esto no sería posible. Mis hijos me aportan fortaleza y acompañan en cada paso del camino ¡ahí tenéis la prueba! me dejan crear libremente lo que mi imaginación necesite, y me hacen luchar y seguir adelante.
Además tengo la gran suerte de tener en mi vida a unos tíos maravillosos que me apoyan y me fuerzan a crecer, me animan y me exigen para que sea la mejor versión de mi. Mis padres, que aunque todavía no saben bien la locura de tener una hija multipotencial, siempre están ahí en cada paso del camino. A mis suegros que siempre tiran del carro y hacen lo posible para ayudarnos. A bisi yayo, que no puedo estar más agradecida por quererme como lo hace.
Y ya dejadme que le de un abrazo virtual enorme y bien fuerte (porque el covid me ha robado compartir este momento con ellos) a las dos personas más grandes que conozco. No hay nadie así en el mundo, os lo digo yo.
Tengo unos abuelos que son para clonar, y no es porque yo sea su nieta ojo. Jamás he conocido a nadie tan leal y tan maravilloso como mi abuelo (¡prometo que no es amor de nieta!) y nunca he visto tanto amor y tanto orgullo concentrado en una persona tan pequeñita como mi abuela ;P (por eso la llamaban "La Pesetica Rubia") ella es la persona que siempre me ha animado a todo sin reservas, la primera que creyó en mi desde siempre, y por eso y mucho más los quiero una barbaridad y les dedico esta nominación.
Además, quiero dar besos amor y caricias a mis grandes amigas fotógrafas, Fátima Arroyo, Mayte Domingo, Pily Reñones y Ruth Nieto (en orden alfabético, para ser justas) gracias a las cuales nació esta imagen. Sin ellas, y los ejercicios que nos auto impusimos para trabajar la creatividad en el confinamiento esta imagen no sería posible.
Nos vemos pronto, en los estudios o por redes.
Un beso enorme, Patricia